"¡Quien propaga el Rosario se salva!" ... Beato Bartolomé Longo

MISTERIOS LUMINOSOS

DÍAS: JUEVES

Pasando de la infancia y de la vida de Nazaret a la vida pública de Jesús, la contemplación nos lleva a los misterios que se pueden llamar de manera especial «misterios de luz». En realidad, todo el misterio de Cristo es luz. Él es «la luz del mundo» (Jn 8, 12). Pero esta dimensión se manifiesta sobre todo en los años de la vida pública, cuando anuncia el evangelio del Reino. (Juan Pablo II. Carta Apost. Rosarium Virginis Mariae).

 

 

Nos Signamos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo

Pedimos por nuestras Intenciones

Rezamos el Credo

Rezamos un Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria.

Los misterios…

1º Misterio Luminoso

EL BAUTISMO DE JESÚS EN EL JORDÁN

 

 

Padrenuestro.

1. Por aquellos días aparece Juan el Bautista, proclamando en el desierto de Judea: convertíos porque ha llegado el Reino de los Cielos. (Mt. 3, 1-2). Avemaría.

2. Este es aquél de quien habla el profeta Isaías cuando dice: “Voz del que clama en el desierto: preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas”. (Mt. 3, 3). Avemaría.

3. Tenía Juan su vestido hecho de pelos de camello, con un cinturón de cuero a sus lomos, y su comida eran langostas y miel silvestre. (Mt. 3, 4). Avemaría.

4. Acudía entonces a él Jerusalén, toda Judea y toda la región del Jordán, y eran bautizados por él en el río Jordán, confesando sus pecados. (Mt. 3, 5-6). Avemaría.

5. Y proclamaba: detrás de mí viene el que es más fuerte que yo; y no soy digno de desatarle, inclinándome, la correa de sus sandalias. Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo. Avemaría.

6. Entonces aparece Jesús, que viene de Galilea al Jordán donde Juan, para ser bautizado por él. (Mt. 3, 13). Avemaría.

7. Pero Juan trataba de impedírselo diciendo: soy yo el que necesita ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí? (Mt. 3, 14). Avemaría.

8. Jesús le respondió: déjame ahora, pues conviene que así cumplamos toda justicia. Entonces le dejó. (Mt. 3, 15). Avemaría.

9. Bautizado Jesús, salió luego del agua; y en esto se abrieron los cielos y vio al Espíritu de Dios que bajaba en forma de paloma y venía sobre él. (Mt. 3, 16). Avemaría.

10. Y una voz que salía de los cielos decía: este es mi Hijo amado, en quien me complazco. (Mt. 3, 17). Avemaría.

Gloria.

 Jaculatorias. 

 

 

2º Misterio Luminoso

LAS BODAS DE CANÁ

 

 

Padrenuestro.

1. Tres días después se celebraba una boda en Caná de Galilea y estaba allí la madre de Jesús. (Jn. 2, 1). Avemaría.

2. Fue invitado también a la boda Jesús con sus discípulos. (Jn. 2, 2). Avemaría.

3. Y, como faltara vino, porque se había acabado el vino de la boda, le dice a Jesús su madre: no tienen vino. (Jn. 2, 3). Avemaría.

4. Jesús le responde: ¿qué tengo yo contigo, mujer? Todavía no ha llegado mi hora. (Jn. 2, 4). Avemaría.

5. Dice su madre a los sirvientes: haced lo que él os diga. (Jn. 2, 5). Avemaría.

6. Había allí seis tinajas de piedra, puestas para las purificaciones de los judíos, de dos o tres medidas cada una. Les dice Jesús: llenad las tinajas de agua. Y las llenaron hasta arriba. (Jn. 2, 6-7). Avemaría.

7. Sacadlo ahora, les dice, y llevadlo al maestresala. Ellos lo llevaron. (Jn. 2, 8). Avemaría.

8. Cuando el maestresala probó el agua convertida en vino, como ignoraba de dónde era (los sirvientes, los que habían sacado el agua, sí que lo sabían), llama el maestresala al novio. (Jn. 2, 9). Avemaría.

9. Y le dice: todos sirven primero el vino bueno y cuando ya están bebidos, el inferior. Pero tú has guardado el vino bueno hasta ahora. (Jn. 2, 10). Avemaría.

10. Así, en Caná de Galilea, dio Jesús comienzo a sus señales. Y manifestó su gloria, y creyeron en él sus discípulos. (Jn. 2, 11). Avemaría.

Gloria.

 Jaculatorias. 

 

 

3º Misterio Luminoso

LA PROCLAMACIÓN DEL REINO DE DIOS

 

 

Padrenuestro.

1. Después que Juan fue entregado, marchó Jesús a Galilea; y proclamaba la Buena Nueva de Dios: (Mc. 1, 14). Avemaría.

2. El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca; convertíos y creed en la Buena Nueva. (Mc. 1, 15). Avemaría.

3. En esto le trajeron un paralítico postrado en una camilla. (Mt. 9, 2). Avemaría.

4. Viendo Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: ¡Animo!, hijo, tus pecados te son perdonados. (Mt. 9, 2). Avemaría.

5. Pero he aquí que algunos escribas dijeron para sí: este está blasfemando. (Mt. 9,3). Avemaría.

6. Jesús, conociendo sus pensamientos, dijo: ¿Por qué pensáis mal en vuestros corazones? ¿Qué es más fácil, decir: “Tus pecados te son perdonados”, o decir: “Levántate y anda”? (Mt. 9,4-5). Avemaría.

7. Pues para que sepáis que el Hijo del hombre tiene en la tierra poder de perdonar pecados – dice entonces al paralítico: “levántate, toma tu camilla y vete a tu casa”. (Mt. 9, 6). Avemaría.

8. Se levantó y, al instante, tomando la camilla, salió a la vista de todos, de modo que quedaban todos asombrados y glorificaban a Dios, diciendo: jamás vimos cosa parecida. (Mc. 2, 12). Avemaría.

9. Salió de nuevo por la orilla del mar, toda la gente acudía a él, y él les enseñaba. (Mc. 2, 13). Avemaría.

10. Y recorrió toda Galilea, predicando en sus sinagogas y expulsando los demonios. (Mc. 1, 39).

Avemaría.

Gloria.

 Jaculatorias. 

 

 

4º Misterio Luminoso

LA TRANSFIGURACIÓN

 

 

Padrenuestro.

1. Seis días después, toma Jesús consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan, y los lleva aparte, a un monte alto. (Mt. 17, 1). Avemaría.

2. Y sucedió que, mientras oraba, el aspecto de su rostro se mudó, y sus vestidos eran de una blancura fulgurante (Lc. 9, 29). Avemaría.

3. Y he aquí que conversaban con él dos hombres, que eran Moisés y Elías; los cuales aparecían en gloria, y hablaban de su partida, que iba a cumplir en Jerusalén. (Lc. 9, 30-31). Avemaría.

4. Pedro y sus compañeros estaban cargados de sueño, pero permanecían despiertos, y vieron su gloria y a los dos hombres que estaban con él. (Lc. 9, 32). Avemaría.

5. Y sucedió que, al separarse ellos de él, dijo Pedro a Jesús: Maestro, bueno es estarnos aquí. Vamos a hacer tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías, sin saber lo que decía. (Lc. 9,33). Avemaría.

6. Todavía estaba hablando, cuando una nube luminosa los cubrió con su sombra (Mt. 17, 5). Avemaría.

7. Y de la nube salía una voz que decía: este es mi Hijo amado, en quien me complazco; escuchadle. (Mt. 17, 5). Avemaría.

8. Al oír esto los discípulos cayeron rostro en tierra llenos de miedo. (Mt. 17, 6). Avemaría.

9. Mas Jesús, acercándose a ellos, los tocó y dijo: levantaos, no tengáis miedo. Ellos alzaron sus ojos y ya no vieron a nadie más que a Jesús solo. (Mt. 17, 7-8). Avemaría.

10. Y cuando bajaban del monte, Jesús les ordenó: no contéis a nadie la visión hasta que el Hijo del hombre haya resucitado de entre los muertos. (Mt. 17, 9). Avemaría.

Gloria.

 Jaculatorias. 

 

 

5º Misterio Luminoso

LA INSTITUCIÓN DE LA EUCARISTÍA

 

 

Padrenuestro.

1. Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que había llegado su hora de pasar de este mundo al Padre, habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo. (Jn. 13, 1). Avemaría.

2. Cuando llegó la hora, se puso a la mesa con los apóstoles. (Lc. 22, 14). Avemaría.

3. Y les dijo: con ansia he deseado comer esta Pascua con vosotros antes de padecer. (Lc. 22, 15). Avemaría.

4. Mientras estaban comiendo, tomó Jesús pan y lo bendijo, lo partió. (Mt. 26, 26). Avemaría.

5. Tomó luego pan, y, dadas las gracias, lo partió y se lo dio diciendo: este es mi cuerpo que es entregado por vosotros; haced esto en recuerdo mío. (Lc. 22, 19). Avemaría.

6. Tomó luego una copa y, dadas las gracias, se la dio diciendo: bebed de ella todos, (Mt. 26, 27). Avemaría.

7. Porque ésta es mi sangre de la Alianza, que es derramada por muchos para perdón de los pecados. (Mt. 26, 28). Avemaría.

8. Cuantas veces la bebiereis, hacedlo en recuerdo mío. (1 Cor. 11, 25). Avemaría.

9. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo le resucitaré el último día. (Jn. 6, 54). Avemaría.

10. Y cantados los himnos, salieron hacia el monte de los Olivos. (Mt. 26, 30). Avemaría.

Gloria.

 

Jaculatorias

¡Oh! mi buen Jesús, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de Tu misericordia.

María, Madre de gracia, Madre de misericordia, en la vida y en la muerte ampáranos madre nuestra.

Salve 

Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra; Dios te salve. A Ti clamamos los desterrados hijos de Eva; a Ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos; y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clemente, oh piadosa, oh dulce siempre Virgen María!

 

V.Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios. 

R.Para que seamos dignos de alcanzar las promesas y gracias de Nuestro Señor Jesucristo. Amen

Pedimos por las Intenciones del Santo Padre y para ganar indulgencias.

Rezamos un Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria.

Nos Signamos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo

Amen…




"¡Quien propaga el Rosario se salva!" ... Beato Bartolomé Longo

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